Dolor, te llevamos igual que el azúcar las hormigas
Hacemos de ti caminos, a veces poblados
Y otras muy solitarios
Pero no todos nos acompañan en los senderos
Somos ágiles o inconscientes escogiendo compañeros y compañía
No se comparte el alimento con cualquiera
Ni se celebra a la deriva
¿Por qué unos elegidos para corear solo la palabra de aquel
y no, al igual, su historia?
Te sostengo entonces con extrañeza
No porque me duelas tanto
Sino porque apareces
Imprevisible.
Y me descubro en tí
Como una niña
Que se avergüenza.