Entrar en la red es un encontrarnos sin quererlo.
Hacer cotidiano y elocuente todo deseo de ver y saber.
Es un modo de ser fresco.
Una posibilidad de intercambiar palabras siempre entre risas y caritas.
Aquí todo es por casualidad, sin motivo alguno planificado.
El encuentro se da, ocurre por sí solo, no exige a cambio esfuerzos.
Se saluda por no dejar, por la comunidad, por "la red".
Porque no hay nadie más conectado, quién sabe por qué.
Se confía en la indiferencia.
En algún lugar estamos todos sin saberlo,
por lo pronto, nos vemos en la red.