El lente

Son palabras que atienden a lo interno y que siguen su propio ritmo. A veces pueden fabular, ficcionar y otras confesarse.
Porque no solo tenemos una mirada, esta es la del espíritu y los afectos. Dédiée à "la Môme Piaf”, Édith Giovanna Gassion, La vie en rose, une chanson sublime.
"Les Ennuis, Des Chagrins S'effacent Heureux, Heureux"

miércoles, 20 de abril de 2011

A veces...

A veces necesitamos ciertos rituales… cuando alguien cercano se muere, acudimos al velorio, sin quererlo demasiado y lloramos. Dedicamos un espacio para vernos los ojos vidriosos y recordar los momentos que ya se fueron. Para guardar lo poco, lo ínfimo que agradecemos. Pero es que vivimos tantas diferentes muertes en la vida, tantos fines inesperados, desilusiones profundas. Es muy grande lo que muere y nace en uno -que añoramos y duele-.
Son pequeñas muertes del espíritu que alimentan nuevas vidas dentro, pero inflaman la garganta, silencian, aceleran el ritmo de las venas, angustian, e impregnan el ánimo de una tristeza rara, melancólica.
Son esos momentos los que te hacen acercarte más libre a la vida, ahora revelada. Te colocan en algún límite de los afectos, te hacen buscar lo que todos queremos, lo que llena, un conversar con las almas, con lo más hondo de lo humano.
A veces provoca llorar largamente.

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